Eise Eisinga

El Sistema Solar en una habitación

En 1744 los frisones temían la llegada del fin del mundo debido a una profecía según la cual la Tierra iba a salirse de su órbita. El comerciante Eise Eisinga sabía que esto no era posible, y construyó, como el auténtico pensador ilustrado que era, un planetario en su casa de Franeker, para que todo el mundo pudiera ver cómo funciona el Sistema Solar.

Pensador ilustrado

El superdotado Eisinga no pudo ir de niño a la Escuela Latina debido a que estaba predestinado a ser cardador de lana como lo fue su padre. Eisinga aprendió aritmética de los conocidos de su padre. A través del estudio autodidacta profundizó en la astronomía. La cercanía de la Universidad de Franeker (1585-1811) le vino además como anillo al dedo. Durante mucho tiempo se ha pensado que Eisinga era un simple cardador, pero estudios recientes parecen indicar que era un comerciante que operaba a nivel internacional. Eisinga empleaba a varios hombres y mujeres y dirigía también el comercio con América.

Eisinga, como muchos otros ciudadanos de su tiempo, estaba inspirado por la Ilustración. Estaba convencido de que las personas y la sociedad pueden mejorar gracias al conocimiento. El pensamiento ilustrado tuvo en la República un carácter menos revolucionario y antirreligioso que en Francia. Los ilustrados neerlandeses creían entonces que Dios deseaba el bien para el mundo. Se reunían en asociaciones y hacían demostraciones físicas, observaban fósiles, discutían sobre soluciones a problemas sociales y estudiaban los cuerpos celestes.

El planetario

En 1774 el sacerdote frisón Eelco Alta publicó un opúsculo en el cual lanzaba una horrible profecía. Tan pronto como cuatro planetas y la Luna se alineen, la Tierra saldrá de su órbita a causa de la atracción conjunta, y se quemará en el Sol. Esta profecía causó cierta intranquilidad en Frisia. Para Eisinga, esta fue una de las razones para comenzar su planetario, una tarea que le llevaría siete años.

El planetario que Eisinga construyó en el techo de su sala de estar es un modelo a escala del Sistema Solar. Lo acabó en 1781.. El mecanismo de relojería central era movido por nueve pesos. Este mecanismo regula la velocidad de cada planeta por medio de un impresionante engranaje de aros y discos de madera con 5934 clavos con forma de diente forjados a mano. Los planetas del planetario se mueven alrededor del Sol en el mismo tiempo que emplearían los planetas reales: Mercurio tarda 88 días, la Tierra un año y Saturno más de 29 años.

Eisinga no fue sólo un pensador ilustrado sino también un patriota. Se resistió a las tendencias absolutistas del estatúder Guillermo V. Cuando en 1787 la resistencia patriótica fue derrotada, Eisinga tuvo que huir. A su regreso a Franeker fue arrestado y desterrado de la provincia durante cinco años. Durante ese tiempo su familia cuidó del planetario, para que así Eisinga pudiera volver a ponerlo en marcha a su regreso. En 1818 el Rey Guillermo I viajó a Frisia para visitar el planetario. Queda tan impresionado que lo compra para el estado neerlandés. Más adelante sería donado al ayuntamiento de Franeker. El planetario más antiguo del mundo aún se puede visitar allí.

Instrucciones

Eisinga murió en 1828 a los 84 años de edad. En su testamento describió el funcionamiento de su planetario. El planetario muestra la posición correcta de los planetas incluso a día de hoy. Los gerentes todavía siguen las instrucciones de Eisinga, entre otras el ajuste manual necesario cada 29 de Febrero en los años bisiestos.